"Representa a Fernando VII niño de unos ocho o nueve años, en traje azul con faja roja y condecorado con el Toisón de Oro y las insignias de la Orden de Carlos III, en concreto la gran cruz y la banda nueva con sus tres fajas iguales establecida en junio de 1792.
Atribuido a Antonio Carnicero (1748-1814) en el inventario del Palacio Real de 1814 y a Joaquín Inza (1736-1811) a su ingreso en el Museo en 1847, Arturo Ansón Navarro (2012) atribuyó el retrato a Ramón Bayeu por motivos estilísticos y por su relación documental con una serie de retratos de la familia real pintados por Bayeu hacia 1791.
Según estos documentos, Ramón Bayeu, nombrado pintor de cámara el 20 de abril de 1791, pintó en ese año y en el Real Sitio de Aranjuez los retratos de varios hijos de Carlos IV y la reina María Luisa. En estas fechas estaban vivos seis de los hijos de los reyes, uno de los cuales, la infanta Carlota Joaquina (1775-1830), reina de Portugal desde 1785, ya se había marchado de la corte española. Los demás eran las infantas María Amalia (1779-1798) y María Luisa (1782-1824), el príncipe Fernando (1784-1833), el infante Carlos María Isidro (1788-1855) y la infanta María Isabel (1789-1848).
A algunos de estos retratos se refirió Livinio Stuyck, director de la Real Fábrica de Tapices, en un memorial dirigido a Carlos IV el 13 de abril de 1791, en el que se quejó de la escasez de cartones para tapices y de la inactividad de Ramón Bayeu en ese trabajo, y comunicó que Bayeu se excusó “que se halla ocupado con los retratos de las Sereníssimas Señoras Infantas”, además del cuadro del altar de las Escuelas Pías de Lavapiés (Ansón Navarro 2012, p. 181).
Además, Francisco Bayeu, en carta al conde de Lerena de la primera quincena de mayo de 1791, le pidió mediación para que el rey aumentase el sueldo de su hermano Ramón y mencionó explícitamente, como mérito especial, que “vieron Sus Majestades los retratos que ha hecho mi Hermano y les gustaron mucho, y le mandaron hacer los demás de su Real Familia” (Ansón Navarro 2012, p. 181). El 22 de julio de 1791 Ramón Bayeu fue nombrado pintor de cámara efectivo con un sueldo aumentado de 15.000 a 20.000 reales de vellón.
Finalmente, se registran “los retratos de las personas reales” en factura entregada por Ramón Bayeu el 30 de junio de 1791 de los “gastos de colores, pago de moledor y demás causados durante la jornada de Aranjuez del presente año de 1791” (Archivo General de Palacio, Reinados, Carlos IV, Casa, leg. 50, exp. 1).
De esta documentación se deduce que Ramón Bayeu retrató primero a las infantas María Amalia (P-6146) y María Luisa (Patrimonio Nacional) y después, una vez recibido el visto bueno de los reyes, a “los demás de las personas reales”, en concreto al infante Carlos María Isidro (P-4719), a la infanta infanta María Isabel (P-4718) y al príncipe Fernando. El diseño de la banda de la Orden de Carlos III que lleva éste último en su retrato, así como el fallecimiento de Ramón Bayeu el 1 de marzo de 1793 permite fechar el retrato entre junio de 1792 y principios de 1793."
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