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editpilin leon became Venezuelas second winner in paegent.She has another last named which is Lanz.She has family in the United States like Carlos Paiva and his family (yanett lugo,francys paiva,and carlos paiva).She is right now living in Venezuela,Maracay.She is no longer in show business,but now living peacefully with her family.
by: Francys Paiva
many PDVMarina ships were named after venezuelan beauty queens, specially those that won international beuty contests like miss universe and miss world, but since the 2002/2003 oil strike the venezuelan government changed the ship´s names.
Ms. Pilin Leon was also one of the many venezuelans who supported the strike.
Pilín León: Todo un orgullo para la mujer venezolana
Hace más de 20 años, una hermosa e inteligente joven conquistó a Venezuela y al mundo entero, sólo se valió de su belleza y sus encantos, llegó a Londres y con la mejor disposición ganó la corona del Miss Mundo y nos brindó esa satisfacción... esa es Pilín León, esta fabulosa reina nos habló de todo lo que significó para ella ser la mujer más bella del planeta y el gran trabajó que realizó, además nos contó un poco de su vida actual.
¿Cómo entró al Miss Venezuela? Yo me inicié en este concurso realmente por impulso de Josefina Torres, mi profesora de modelaje, ella insistió muchísimo, me presentó a Osmel y durante un año me continuó insistiendo hasta que me convenció, pensé que ya era el momento y me inscribí... pero también fui empujada por mis primas.
¿Cómo fue el proceso para prepararse dentro del concurso? Nada parecido de lo que hacen ahora; nos veía la gente de la organización y nos indicaban si debíamos bajar de peso o cambiar algo, yo gracias a Dios no necesité rebajar ni engordar nada, no me mandaron ni a un gimnasio. Lo único que hizo la organización fue anotar nuestros teléfonos, pero como para esa época no existían celulares lo único que nos pidieron fue unos buscapersonas y darle los números a la prensa, ellos nos llamaban para las entrevistas y eso era casi todos los días; ya con Osmel conseguíamos al maquillador y al diseñador que nos hacía el traje y todos los gastos corrían por nuestra cuenta, porque para ese tiempo la organización no contaba con los recursos para ayudarnos, sólo nos daban el traje de la presentación final que eran todos iguales.
¿Cómo fue la noche del Miss Venezuela?, ¿qué recuerda? Ese día tenía fiebre de 40, padecía una amigdalitis muy fuerte, pero nerviosa no estaba. Nosotras tuvimos unos intensivos ensayos semanas antes, primero en Caracas y después nos llevaron al Macuto Sheraton, donde era el concurso, allí practicábamos horas y horas hasta bien de noche, todo estaba muy cronometrado, había tanta gente ayudando... eran tantas las veces que uno se había montado en ese escenario, que ya estaba muy segura. Fue una experiencia agotadora, durante esas últimas semanas rebajé cuatro kilos por la presión y el ajetreo, eso que yo comía muchísimo, porque algunas nos podíamos dar ese lujo de comer dulces o cualquier otra cosa, bueno pero sí comes igual y tienes el doble de actividad... y es que estábamos en un ensayo bailando, cantando, caminado, era algo muy fuerte.
¿Cómo fue su preparación para ir al Miss Mundo? Para mí fue una transición fuerte, porque para esa época el presidente del Miss Venezuela era Ignacio Fond, luego del concurso en el que ganó Irene Sáez él murió, y Osmel se encargó de toda la responsabilidad; yo viajaba en unas semanas a Londres, entonces Osmel me comenzó a visitar y nos pusimos a escoger el vestuario, buscamos abrigos con gente conocida, Maruja Veracasa nos prestó dos abrigos de piel hermosísimos, que fueron la sensación, cuando todavía no estaba tan mal visto usar abrigos de piel en Europa y así llevamos un container, como nos decían todos, de 8 piezas de equipaje con ropa para un mes; primero estuvimos una semana en Miami y luego tres en Londres.
¿No fue necesario qué usted tomara algunas clases como de oratoria, maquillaje, inglés o algo para desarrollarse más? No, la verdad es que no, yo tenía un conocimiento bastante amplio de Inglés, no lo hablaba fluidamente pero lo entendía bien, siempre tuve bastante destreza para maquillarme yo misma, sólo capte algunos trucos de mi maquilladora de toda la vida Beatriz Morón; clases de pasarela tampoco, porque yo venía de una academia de modelaje muy buena y realmente no necesité mayores cosas, además Josefina Torres estuvo conmigo desde el Miss Venezuela, ayudándome en todo lo que eran las fotos y el portafolio, ella se encariñó mucho conmigo, me dio un apoyo enorme y es que para ese momento en la organización no habían profesores de ningún tipo.
¿Qué piensa de ese gran progreso qué ha tenido el Miss Venezuela, pues ahora a las misses las preparan más con clases de muchas cosas? Pienso que como toda empresa que crece es una maravilla, considero que es un negocio muy exitoso, inclusive le he dicho a Osmel que ésta es una de las compañías más destacadas del país, primero porque se ha mantenido con los años y además, ha crecido bastante. Las muchachas que no tienen los medios o no gozan de unos padres preocupados, como los tuve yo, porque sus hijos aprendan y amplíen su cultura leyendo y estén enterados de lo que acontece en el mundo; se les dan clases. Las chicas que viene de diferentes estratos sociales, que tienen las condiciones para entrar en el concurso pero no cuentan con los recursos la organización las apoya con todo eso. El Miss Venezuela es la puerta para entrar, es el cañón que impulsa a las jóvenes para el mundo del espectáculo y para muestra miles de botones que ves en la televisión y en la esfera de la moda mundial, es decir, que hay muchas mujeres que han salido del Miss con toda esa preparación y una gran oportunidad. Esta empresa cuenta con un gran equipo que trabaja para todas ellas y luego para las del cuadro de honor, que las preparan con todo su profesionalismo para que nos representen en el exterior. A veces el público critica la preparación y no se dan cuenta que son cursos muy fuertes, que se los dan de manera intensiva, ese mismo desarrollo que adquieren las personas para su profesión ellas lo alcanzan en muy poco tiempo, aprende a hablar, a manejarse en público, cultura general e idiomas, es que esto es como una carrera.
¿Qué fue lo que más le gustó de su papel como reina mundial? La gente con la que yo estuve, las personas que conocí, como me cuidaron , lo lindo que trabajamos, las obras sociales que realizamos, hicimos muchas cosas para niños, desde hospitales en Malasia hasta aldeas especiales en Venezuela. Visitamos niños con enfermedades terminales en todas partes, en los países de primer mundo contactábamos lugares que pudiesen prestarle alguna ayuda. Se hicieron tantas cosas... y lo más bello es que esas amistades quedaron hasta ahorita, nos llamamos por lo menos una vez al mes; con la señora Julia Molly siempre tengo algo que ver, está pendiente de mi familia y es parte de ella.
¿Qué fue lo más difícil de afrontar? El choque con la vida real, sí es verdad que uno leía prensa o veía noticieros, pero ese encuentro con el mundo es muy fuerte, porque uno lo observa tan lejano y cuando ves tanta hambre y desgracia te das cuenta que la guerra no está tan lejos; conoces niños mutilados o enfermos por la bomba de un terrorista en un autobús, y te hablo de Centroamérica como de Asia o África; chiquillos recogidos de las calles porque se estaban muriendo por falta de comida y ni siquiera conocían a sus padres, cosas que tú sabes que existen, pero es más difícil y tan duro cuando lo ves y lo conoces tan de cerca.
¿Cómo define esa experiencia como Miss Mundo? Nadie debería perderse esto, porque el crecimiento personal tanto en el Miss Venezuela y ese año de viajes en el Miss Mundo fue grandioso, me dejaron un enriquecimiento que nunca hubiese adquirido estudiando. Yo maduré mucho de golpe, aprendí que el mundo es de verdad, incluso tuve que valerme por mí misma, ya no estaba papi y mami para ayudarme. Es una vivencia que se la recomiendo a cualquiera, sobretodo en el Miss Mundo que te cuidan como si fueras una reina.
¿Qué siente cuando tantas personas la admiran y las muchachas desean llegar a donde usted llegó? La fama es algo que yo no he sabido manejar, no me ha gustado mucho, no es parte de lo que buscaba cuando entré al Miss Venezuela y menos cuando acepté ir al Miss Mundo, la he usado más ahorita, después de los 40, como una herramienta que me sirve para mi trabajo o para llegar a gente que me habría sido difícil acceder, pero no es parte de como yo me defino o llevo mi vida. A la vez es una maravilla, porque todavía hay gente que me ve en la calle y me recuerda con cariño; pues fui un ejemplo para las muchachas de mi generación, donde hay mujeres tan emprendedoras, y que te reconozcan las personas siempre te llena de satisfacción.
¿Qué es lo más importante en la vida de Pilín León? Mis Hijos y mi familia, ellos son lo máximo. Tengo tres hijos hermosos, uno está estudiando ingeniería, el otro está recién graduado de bachiller y el más pequeño estudia todavía en secundaria. Me casé con un hombre maravilloso hace 20 años, él fue mi novio de toda la vida, desde antes del Miss Venezuela y durante el Miss Mundo y todavía seguimos siendo novios...
Agosto 2005
Texto: Verónica Ramírez http://www.missvenezuela.com/